Ya lo anunciaba
Pantone, autoridad mundial en color, al finalizar el verano. Los tonos pastel
se apoderarían de las pasarelas, escaparates y calles en la primavera/verano
2014.
La amplia y
maravillosa paleta de tonos soft que nos rodea donde quiera que
vamos, hace que sucumbamos a ella y nos adentremos en el mundo dulce de cabeza a
pies.
Sin embargo, y antes
de que nos convirtamos en un pastelito andante, debemos reparar en el hecho de
que las tendencias pueden no ser siempre favorecedoras y pueden no favorecernos
a todas por igual.
Éste último sería mi caso con los colores pastel y,
seguramente, el de muchas de vosotras. A menudo no somos conscientes de la
influencia que ejercen los colores en nuestras facciones y en nuestras
actitudes. La elección del color adecuado para nuestra piel o mejor aún, del tono
de color adecuado, puede suponer un cambio radical en nuestro aspecto. El
elegir entre un rosa palo y un rosa fucsia, un azul bebe o un azul turquesa,
por ejemplo, puede suponer la transición de parecer cansada y ojerosa a parecer
radiante, y viceversa.
La explicación
estriba en que en la armonía y en el equilibrio radica la belleza, y estos
tonos pastel, al ser luminosos, al aportar luz, potenciarán los aspectos
positivos de la piel de las personas bronceadas. Las chicas cuya piel tenga un
poco de color, o como le denominamos en el gremio “de piel saturada”, recibirán
con agrado la luz que les aporta y podéis sumaros a esta moda sin miedo
teniendo en cuenta, eso sí, que en exceso os puede proporcionar un aspecto
aniñado o infantil.
Es un hecho que mi
amiga, con su piel fantásticamente bronceada durante todo el año, está genial
con un jersey rosa palo, ya que aporta suavidad, inocencia y dulzura a su
imagen.
Las que ya llevamos
la luz “puesta” no necesitamos añadir más, de lo contrario pareceríamos un halo
o una luciérnaga. Y eso no es positivo.
Pero esto no significa
que debamos renunciar a este sweet look, ni que debamos huir
despavoridas hacia el primer centro de rayos v que encontremos cerca de casa; simplemente,
debemos aprender a usarlo correctamente. Podemos recurrir a los pantalones y
faldas “pastelosos” pero, si te has enamorado de este estupendo abrigo y tu
piel es luminosa sólo tienes que añadir un contraste, impedir que la luz que
desprende se refleje en tu rostro usando un pañuelo o fular con más color, en
verde esmeralda, morado, azul klein o rosa fucsia por ejemplo. Como podéis
observar todas podemos dedicar un hueco de nuestro armario al mundo dulce, ¿lo
celebramos?
@mevimp
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